PERO LO QUIERO YA

Ya van siete meses de separado. Siete meses que vivo solo. Siete meses que llego y no hay nadie. Siete meses de no saber que mierda quiero de mi vida.
Me separé porque quise, porque ya no había nada por hacer en esa relación más que regalarle a los chicos una fantasía de familia feliz. Me separé por ningún otro motivo más que la falta de amor. Elegí eso, sin saber siquiera, que iba a suceder al otro día. Estaba seguro que no quería estar más donde estaba, pero no tenia la mas remota idea de cómo seguir a la mañana siguiente. Así las cosas pasaron los días, las semanas, los meses.
Hoy me levanto cada día queriendo saber que es lo que realmente tengo ganas. Queriendo saber que mierda voy a hacer con mi vida. Extraño como nada llegar de la calle y encontrarme con mis hijos tirados en el piso, con un sinfín de juguetes entorpeciendo el paso. Extraño llegar y que los gritos y lloriqueos sinsentido me agoten las últimas migas de paciencia del día. Eso lo extraño y no voy a dejar de hacerlo nunca. Extraño el concepto fundamental de “familia” que tenía, que todos en algún momento tienen, tenemos. Pero como contrapartida no extraño en absoluto a la persona que era parte de esa familia conmigo. Quiero estar solo. Lo necesito.
Pero tambien quiero tener un atisbo de compañía de no se que tipo. Quiero como pocas cosas, que una de esas compañias sea mi ex (no mi ex, sino mi ex ex) con la cual estuvimos teniendo una pseudo relación hasta hace poco, la cual cortamos porque ella vive con su novio, novio por el cual me dejó en su momento y al cual estuvo cagando conmigo. Me encanta, me fascina, me gusta y me calienta. Podría incluso hasta intentar una nueva relación si dejará a su novio. Otras veces solo quiero alguien a quien llamar, que venga, cojamos guasamente, nos fumemos un porro, nos emborrachemos en exceso y se vaya sin demasiado que decir. Otras, algo parecido a eso, salvo que a la sesión de garche guaso, se le pueda agregar una pelicula, una pizza, que se quede a dormir y al despertar, escuchemos La 25 y tomemos un café, desnudos en el patio. No se si quiero desbarrancar y sobrepasar los limites que hace tiempo ni cerca estaba hacerlo. No se si quiero seguir con un ritmo monocorde sin sobresaltos y con demasiado tiempo para nada. No se si quiero esto, o aquello o que. No se para donde mierda estoy yendo ni a donde voy a terminar con este sinrumbo constante.

Necesito urgente encontrar un Norte y empezar a ir por el. Esta indefinición me está enfermando la cabeza.