28.12.09

RACIA DE SENSACIONES

Estaba a punto de dejar de escribir otra vez. De dejar que todo se vaya a la mismísima mierda. Generalmente, el entusiasmo por las cosas me dura poco, muy poco. Pero mientras viajaba en el tren, pensaba que esta vez la cosa no pasaba por el mucho o poco entusiasmo que le pongo a las cosas. Esta vez, lo que me está sucediendo, es que estoy buceando en una apatía generalizada de la cual me cuesta salir. O de la que salgo, pero en cuentagotas. Y dejar de escribir, hubiese sido regalarle otra batalla mas al desgano generalizado. Así que acá sigo, aunque parezca una estupidez galopante, dándole en algún modo (muy mínimo por cierto) un poco de pelea a lo que me toca.
Después de darle cientos de interminables vueltas al asunto, de bicicletear a la razón y a la sinrazón, caí en la cuenta que el poco entusiasmo, el desgano, la desidia, y todos los etcéteras posibles que me aquejan, corren por cuenta absolutamente propia. Sería ideal empezar a escupir culpas para todos lados, buscando destinatarios obvios. Sería una anestesia por demás efímera acusar al resto por encontrarme zapateando en el barro. Quizás al hacerlo, me sienta un poco “menos mal”, pero el efecto sería demasiado breve y al poco tiempo, estaría de nuevo masticando la misma mierda de siempre.
Así, esta manija que tuvo lugar en el transcurso de breves siete estaciones de tren, me dejó bastante en claro que es momento de empezar a tamizar sensaciones, quedarme con las que me sirven para algo (mas allá de que no sean las esperadas ni deseadas) y deshacerme de las que no aporten a mi vida en lo absoluto. En la teoría, todo muy bonito. Vamos a ver si en la practica puedo empezar a sacudirme un poco y salir de esta apatía del orto que no aguanto mas. Vamos a ver que tan bien me sale el esfuerzo por ser un padre por sobre la media de los padres, vamos a ver que tan bien me sale desgarrarme las pelotas y terminar de una buena vez la facultad, vamos a ver que tan bien me sale encontrarle la vuelta para dejar de considerar al trabajo como ochohorasdesufrimientobienpago, vamos a ver que tan bien me sale dejar de penar por alguien que no corresponde y vamos a ver que resulta de todo esto. Vamos a ver si salgo un poco del letargo pelotudo y empiezo a vivir de nuevo y no solo pasar los días esperando a que todo se solucione porque si.
Tengo pocas cosas pero realmente valiosas como para dejarme de hinchar las pelotas.

2 comentarios:

Fudi Cosmigonon dijo...

Salí del letargo, vení a desfilar... =)

Ale dijo...

No dejes de escribir!
Un abrazo,