12.11.09

NECESITABA HABLAR

Mi historia con ella es de lo mas inestable. Desde hace siete meses, nos juramos amor eterno, nos odiamos, juramos no separarnos mas, juramos olvidarnos de todo, nos abandonamos, nos dejamos para siempre, nos buscamos, nos deseamos, nos extrañamos, nos ignoramos, todo eso y mas. Tuvimos momentos de real y suprema felicidad. Tuvimos momentos de mierda. Tuvimos mucha paz, mucho aire, mucho amor. Tuvimos todo lo contrario en la misma medida. Nos sentimos el amor de nuestras vidas. Y sentimos que esto nunca podía ser. Asi, ya pasamos siete meses…

La noche del martes, fue demasiado para mi. Estuve a punto de llorar. Tenía muchísimas ganas. Pero como no lloro desde que murió mi papá, no me pareció justo largarme a llorar asi porque sí. Tenía una pila de cosas que me estaban ahogando. De todas esas, alguna tenía que empezar a revertir…Y elegí a ella. Aleatoriamente, no lo premedité en absoluto.

Ayer dejé un par de kilos en el camino. Como el tiempo se nos retacea en extremo, cuando nos vemos, preferimos estar juntos en la cama que fuera de ella. Lo cual impide muchas cosas. Entre ellas, charlar sensatamente acerca de “nosotros” (las comillas son porque no se si hay claramente un “nosotros”), charlar frente a frente acerca de esta historia, de esto que sucede. Por eso, le escribí. En un mail extensísimo, le dije absolutamente todo lo que estaba sintiendo, todo lo que me estaba pasando, todo lo que pensaba y como estaban mis cosas en mi vida y con ella. Creo es la primera vez que no caigo en las palabras dulces que acarician cualquier alma al leerlas. Traté de no escribir de manera idílica, de no estampar frases de amor, de adoración, de nada…fue una especie de “informe” acerca de mi, un parte de situación. No idealicé nada de nada. No fantaseé ni proyecté utopías. Nada. Cero histeria, cero reclamo, cero fastidio. Solo la puse al tanto de cómo estoy hoy.
Intercambiamos unos cuantos mails a lo largo del día. Fue como la charla que no podemos tener cuando nos vemos. Y a mi, me liberó bastante. No se si cambiará nada esto…pero nos debíamos una charla. Y yo, hoy, estoy un poco mejor.

4 comentarios:

La amante dijo...

El mail es una herramienta increíble, como lo eran las cartas escritas a mano en un momento. Podemos expresarnos con toda soltura y pensar lo que decimos cosa que frente a frente generalmente se nos dificulta

Anónimo dijo...

Aguante el mail.
Te entiendo muchisimo y sé que hay personas con las que es más dificil encontrar (o imponer) la situación en la que se pueda hablar del "nosotros", creo que hacerlo de esa manera fue lo mejor porque además, cada uno puede tomarse tiempo para leer y releer, pensar, escribir, borrar, volver a escribir y recién ahí enviar.
Me alegro por vos, realmente.

Ale dijo...

Muy groso lo tuyo!
Yo estaba (y a veces estoy) en una situacion parecida. Nunca le escribi un mail... soy medio cagon.

Florencia dijo...

Hablar de "nosotros" casi nunca es fácil. Es sincerarse con otro y dejar de ser uno para pasar a ser dos.
Admitir eso y hacerlo de taquito cuesta un perú.

El mail es como un analgésico, calma un poco y aclara. Te saca del aprieto, que por lo visto vos estabas.

Pero, la cosas a veces hay que hablarlas cuerpo a cuerpo, leer al otro, además de escuchar!

Beso!